15

Sólo con tu deseo consigues que el bicho ambiguo poco a poco (aunque el cambio se produce en menos de una décima de segundo) se transforme en una mujer totalmente femenina y poderosamente atractiva, en fin, en una tía de lo más buenorra, acto seguido con una dulce voz digna de una soprano pronuncia: '¿Qué desea, señor(a)?'